Si cuando digo lo que pienso, soy malo.
Si cuando me las arreglo sola, soy malo.
Si cuando peleo por lo que creo, soy malo.
Si cuando hago las cosas a mi modo, soy malo.
Si no estoy dispuesta a hacer por ti las cosas que tú no haces por mí, soy malo.
Si cuando quiero algo no paro hasta conseguirlo, soy malo.
Si no me importa lo que opines de mi vida, soy malo.
Si no tolero desprecios, soy malo.
Si quiero lo mejor para mí, soy malo.
Si no acepto que me digan lo que tengo que hacer con mi vida, soy malo.
Si me defiendo si me atacan, soy malo.
Si pienso en mí, soy malo.
¡¡¡Entonces dime “malo”, porque estoy orgulloso de serlo!!!
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada